Este fin de semana volvimos a Madrid. Intentábamos ver la exposición de Antonio López que terminaba este domingo, pero nooooo pudo ser...Sabíamos que estaban agotadas las entradas, pero pensamos y si madrugando queda alguna en taquilla. Pues no...
Bueno A. también hay que decir que aunque era imposible nos sirvió de excusa para ir a ver a los amigos. Después de la semana pasada nos quedamos todos muy "tocados" y queríamos disfrutar juntos algún fin de semana (y es que la vida o mejor el trabajo te lleva sin querer a bastantes kilómetros de distancia ). Así que sin actividad cultural, nos dedicamos a las culinarias.
Tuvimos comida de sábado (arroz estilo le hecho lo que tengo porque íbamos a comer fuera, pero tuvimos que cambiar de planes a ultima hora, aliñado al toque se me pasó un poco porque la niña no quería comer y hubo que esperar a que se terminara los fideos) en casa de los primeros anfitriones-papas de niña que sabe demasiado y les tiene cogidos el punto. La cena fue más tranquila (salimos fuera y dejamos a la niña con canguro).
El domingo hubo barbacoa en casa de otros amigos comunes papas de niña aún pequeña, pero con genio. Así que juntamos niñas. Yo me dedique a las tareas de cuidadora infantil y nos metimos en la mini-tienda de campaña portátil las dos nenas y yo (de esas quechua), fingiendo sufrir las mayores inclemencias meteorológicas, y es que a estas niñas les va la marcha. Los padres de las criaturas asaron los churrascos, chorizos y salchichas (la carne nos puedeeeeeeee), también hubo alguna ensalada (pero para calmar conciencias, porque de esa si sobro).
Nota: Me encantó nuestro vigilante de habitación.Como no era cuestión de llevarnoslo le hice una foto.
A. nos dieron cama y comida. Qué más queremos¡¡¡